Con ese subtítulo bobo y rancio: de marcha por Europa; a nadie se le ocurrirá pensar que esta pueda ser la mejor parte de la saga de DreamWorks. Sin embargo, después de verla, uno sale del cine alucinando como un niño (o incluso más). Supera a las anteriores entregas en diversión, en calidad de animación, en estructura, en banda sonora y hasta en originalidad (y hablamos de la tercera entrega recuerden).
Y el culpable es el guionista, claro. El tipo que construye la herramienta principal para que más adelante todo funcione en la pantalla. Noal Baumbach es ese tipo. Él ha ideado esta historia de ritmo frenético, de tono hilarante y con algún que otro momento bastante surrealista. No estamos hablando de un guionista cualquiera, Baumbach también está detrás de Fantástico Sr. Fox -¿La mejor película de Wes Anderson? Para mucho sí- o de Life Aquatic. Su trabajo con los personajes secundarios o con la villana del filme es simplemente soberbio.
Una persecución endiablada por las calles de Montecarlo, montada con exquisitez y con un talentoso sentido de la espectacularidad nos presenta a la Capitana Chantel DuBois del control de animales, una villana incansable y letal a la que Frances McDormand dota de personalidad y gracia. Por otro lado están los personajes del circo al que se unen Alex y los demás, con ese tigre ruso capaz de pasar por un anillo con la ayuda de un poco de aceite de oliva. Todas estas historias secundarias están tan bien construidas y ensambladas a la principal línea argumental de la saga que le añaden un peso al producto que se echaba de menos en anteriores entregas. Además de los nuevos gags que vienen atados a esos personajes.
El sentido del humor es en esta tercera parte más personal, más maduro, y mucho más surrealista, esa historia de amor entre una osa y el lémur al que Sacha Baron Cohen ha prestado su voz es una de esos delirantes detalles que enriquecen el film.
Y la animación también es mejor, muy cuidada y esta vez, muy colorista. Demasiado. De hecho puede parecer que algún tipo de droga psicotrópica estuvo muy a mano durante la creación de según qué escenas. Pero se agradece ese punto de locura. Madagascar 3 no tiene absolutamente nada que envidiar a Pixar, a la que además nunca intenta emular. Aquí hablamos de un universo único.
La incansable intención de estos animales de zoo para volver a casa toca techo en esta entrega, todo queda solucionado de manera coherente y honesta. Sin embargo, habrá una cuarta parte, esperemos que no lo estropeen.
Calificación: 8
Frases destacadas:
Marty: Tatatara tara tata ¡CIRCO! Tatatara tara tata ¡AFRO!
Alex: Somos animales de circo. De circo americano.
Vitaly: Antes no tenía miedo.
Rey Julien XIII: Me encanta tu espalda peluda pequeña.